Una gama media AMOLED con 64 megapíxeles y una gran batería

Siguiendo con el diseño, Xiaomi apuesta por una forma de bordes curvados en la trasera y una pantalla totalmente plana. El frontal destaca por estar muy bien aprovechado, con la cámara trasera ubicada en una isla centrada y bordes muy ajustados. Otros detalles del diseño: el lector de huellas se ubica en el lateral del dispositivo y es resistente a salpicaduras (certificación IP53).

Para la pantalla hay un salto generacional importante y es que el Redmi Note 10S abandona el LCD para dar paso a una pantalla AMOLED. Hablamos de un panel de tamaño amplio, concretamente 6,43 pulgadas y resolución FullHD+ , un panel que nos deja 2.400 x 1.080.

La diferencia clave entre este modelo y el Redmi Note 10 es el procesador, que en este caso es un Mediatek Helio G95. Según Xiaomi, es un 31% más rápido que el anterior modelo que llevaba un Snapdragon 720G. Eso sí, aquí no hay compatibilidad con 5G.

Llegamos a la fotografía y aquí tenemos cuatro cámaras traseras y una frontal, una de 13 megapíxeles incrustada en la pantalla. El equipo principal cuenta con 64 megapíxeles para la primera cámara, 8 megapíxeles para la súper gran angular, 2 megapíxeles para la cámara con enfoque macro a 4 centímetros y otros 2 megapíxeles para una cámara cuya única función será la de tomar lecturas de profundidad.

En cuanto a conectividad, ya hemos dicho que el Redmi Note 10S es un teléfono con 4G, y además cuenta con doble ranura para tarjetas SIM. También ofrece WiFi 5, Bluetooth 5.1, puerto para auriculares, sensor de infrarrojos, GPS, chip NFC para pagos y puerto USB tipo C para carga. El teléfono aterriza con Android 11 corriendo bajo MIUI 12.

Las baterías gigantes se han convertido en la norma en la gama Redmi y el Redmi Note 10S no es la excepción. Contamos con 5.000 mAh de capacidad y carga rápida de 33W. Además, Xiaomi nos recuerda que trae un cargador compatible con la máxima potencia soportada por el terminal.